Las raíces son mis preferidas! porque son tan satisfactorias como podrían ser las harinas, sin sus desventajas. 

Cuando estas en esos días en que necesitas “comfort food” o simplemente hace frío, te recomiendo que recurras a las raíces.  

Las raíces son una poderosa fuente de nutrición ya que empacan una gran cantidad de vitaminas, minerales y fitonutrieintes que combaten enfermedades. 

Casi todos nos limitamos a la papa blanca, pero hay una gran cantidad de raíces mucho mas nutritivas que también son deliciosas. 

Algunas de las raíces mas nutritivas son:

RUTABAGA (nabo sueco):  Es familia de los crucíferos, es rico en fibra y vitaminas además de antioxidantes y fitonutrientes anti-cancerígenos. También es rica en minerales como potasio, manganeso, magnesio y fósforo, además de ser una buena fuente de zinc. 

Los puedes hacer asados o al horno y son excelente sustituto de las papas blancas. También se pueden comer crudos en palitos con hummus o cualquier otro Dip. 

TURNIP (nabo): Es también familia de los crucíferos y contiene una serie de compuestos como el glucosinolato, que tiene efectos anticancerígenos, antifúngicidas, antiparasitarios y antibacterianos.

PARSNIP (Chirivía): Estas raíces se parecen a las zanahorias, pero son blancas y su sabor es dulce y parecido al de una nuez. Son ricas en fibra,  folato,  potasio y vitamina C. 

PAPA DULCE (Batata): Deben su color a su gran cantidad de betacaroteno, el cual es un potente antioxidante que reduce la actividad de los radicales libres, los cuales causan el envejecimiento. 

Su contenido de beta-caroteno, también respalda al sistema inmunológico y a pesar de ser dulce, ayuda a regular el azúcar en la sangre. Además tiene efectos antiinflamatorios y contribuye a la correcta coagulación. 

REMOLACHA: Esta raíz contiene nutrientes valiosos que pueden ayudar a disminuir la presión arterial, relajar y dilatar los vasos sanguíneos, mejorando el flujo sanguíneo y disminuyendo la presión arterial.

A pesar de su alto contenido de azúcar, los nutrientes de la remolacha pueden ayudar a combatir el cáncer y la inflamación, además de apoyar la desintoxicación. Tradicionalmente, las remolachas son valoradas por su apoyo en la desintoxicación y ayudan a purificar la sangre y el hígado. 

ZANAHORIAS: Las zanahorias son una excelente fuente de vitamina A, en forma de betacaroteno y también contienen vitamina K, vitamina C y calcio. Las zanahorias son saludables cuando se comen crudas, pero cocinarlas aumenta sus niveles de antioxidantes y su valor nutricional general. 

Los nutrientes en las zanahorias pueden brindar protección contra las enfermedades cardíacas y el cáncer, además de ayudar a desarrollar huesos fuertes y un sistema nervioso saludable. 

JENGIBRE: Esta maravillosa raíz tiene propiedades antibacterianas, antivirales, antioxidantes y antiparasitarias de amplio espectro. También es antiinflamatorio, por lo que es alivia  alivio del dolor para el dolor en las articulaciones, el dolor menstrual, los dolores de cabeza y más.

Gracias a sus compuestos combate el cáncer , la diabetes, la enfermedad del hígado graso no alcohólico, el asma, las infecciones bacterianas y micóticas, y es uno de los mejores remedios naturales para mareos y náuseas. 

Las raíces pueden consumirse crudas sin embargo su sabor se desborda cuando son cocidas y en especial rostizadas. 

¡Reemplaza el arroz o las papas fritas por esta receta y no te vas a arrepentir!

RAICES ROSTIZADAS

Porción: 2-3 personas

• 1/2 calabaza pequeña, pelada, cortada en trozos y sin semilla.
• 1 papa pequeña Yukon Gold
• 1 remolacha mediana, pelada y cortada en trozos
• 1 cebolla roja pequeña cortada en trozos
• 1 chirivía pelada y cortada en trozos
• 1 cucharadita de ajo en polvo
• 2 cucharadas de aceite de aguacate
• 1 cucharadita de sal rosada o sal marina
• Pimienta negra recién molida

PREPARACION:

1. Precalentar el horno a 400 F

2. Colocar todas las verduras cortadas en una bandeja para horno.  Agregar el ajo, la sal. La pimienta  y el aceite por encima y masajear hasta cubrirlas.

3. Colocar los vegetales en el horno hasta que estén tiernos y dorados, revolviendo ocasionalmente. Entre 45 minutos y 1 hora.