Comer es una experiencia que involucra todos los sentidos y es por eso que las comidas con colorantes artificiales son muy atractivas, sobre todo para los niños que les encanta pintarse la lengua de azul o rojo cuando comen un caramelo o helado.

Sin embargo, los colorantes artificiales – los cuales son derivados del petróleo – tienen el potencial de producir respuestas alérgicas severas, hiperactividad, trastornos del comportamiento y hasta tumores.

Los puedes reconocer leyendo las etiquetas, donde encontrarás el nombre de un color y un número al lado, por ejemplo: Amarillo #5 y Rojo #40. También los puedes encontrar  con el nombre de un color y una descripción al lado,  por ejemplo:   Azul Profundo, Rojo Carmín, entre otros. Si las etiquetas no están visibles para poder leerlas,   cuando un alimento tiene un color muy brillante y vivo -como los cereales Froot Loops-  estás en presencia de colorantes artificiales.

Pero no te confíes porque pueden estar presentes en muchos alimentos, que a simple vista, parecieran tener color natural, como alimentos fritos, enlatados y hasta algunas frutas, pues hay automercados y distribuidores que tienen como práctica rociar sus frutas con colorantes diluidos en agua para que se vean más apetecibles para los compradores.

Los colorantes artificiales están prohibidos en muchos países o al menos más regulados. En Europa por ejemplo, los productos que contiene colorantes artificiales deben tener una advertencia, es por eso que se da el caso de que una empresa incluya un ingrediente tóxico en un país y ¡lo excluya en otro!

El color caramelo es el más difícil de identificar, pues al leerlo, no genera ninguna alarma, pero se encuentra en productos tanto de la industria farmacéutica como de la alimenticia.

Este colorante se obtienen en presencia de amoníaco y contiene un compuesto químico que según la Dirección de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) está relacionado con la aparición del cáncer llamado compuesto químico 4-metilimidazol, o 4-MEI.

Pero nosotros los consumidores cada vez estamos más informados y estamos dejando de comprar alimentos con este tipo de aditivos. Esto ha generado una tendencia en las corporaciones de alimentos a utilizar, cada vez más, colorantes de origen vegetal. No sé si les preocupe nuestra salud, pero es una realidad que el mercado de productos saludables cada vez es más grande y atractivo para ellos.

Recuerda leer etiquetas y no olvides que los fabricantes (al menos en Estados Unidos) no están obligados a listar la concentración en la que agregan estas sustancias en los alimentos y mientras mayor concentración, más nocivo para la salud.

Si esto es nuevo para ti, te dejo los posibles efectos de algunos de los colorantes más comunes para ayudarte a abrir los ojos:

Azul número 1 (azul brillante): Relacionado con tumores renales en los ratones.
Está en productos horneados, bebidas, polvos para postres, dulces, cereales, medicamentos etc.

Rojo número 40: Relacionado con tumores en el sistema inmunológico de ratones, daño de cromosomas y linfomas, además de hipersensibilidad e hiperactividad en los niños.
Se encuentra en bebidas, productos horneados, polvos para postres, dulces, cereales, alimentos, medicamentos y cosméticos.

Amarillo número 5 (Tartracina): Relacionado con hipersensibilidad, hiperactividad y otros efectos de conducta en los niños.
Se encuentra en alimentos para mascotas, muchos productos horneados, bebidas, dulces, cereales, gelatina, medicamentos y cosméticos.

Amarillo número 6 (Amarillo Crepúsculo): Relacionado con tumores en las suprarrenales en animales, hipersensibilidad, asma, hiperactividad, alergias y tumores en la tiroides.
Se encuentra en productos horneados, cereales, bebidas, polvos para postres, dulces, gelatina, salchichas, cosméticos y medicamentos.

Azul número 2 (Carmín de Índigo): Relacionado con tumores cerebrales en las ratas macho.
Se encuentra en las bebidas de color, dulces, alimento para mascotas y otros alimentos y medicamentos.

Verde número 3 (Verde Rápido): Relacionado con tumores de vejiga y testículos en ratas.
Se encuentra en medicamentos, productos de cuidado personal, dulces, bebidas, helados, pinturas de labios y cosméticos en general.

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